“Una oposición es una carrera de fondo”. Ni os imagináis las veces que he escuchado esta frase a mis compañeros preparadores. Y tantas veces como la oigo les doy la razón.
Una oposición es un proyecto con una finalidad, que se alarga en el tiempo. Durante el desarrollo de este pueden ocurrir y variar mil circunstancias que nos van a afectar o no en mayor o menor medida en:
- Estado anímico
- Motivación
- Capacidad de concentración
- Horario disponible
- Et etc.
Pero hay una herramienta que nos ayudará a permanecer firmes en nuestro objetivo: Analiza tus puntos fuertes, si no encuentras ninguno, quizás es que aún no te has dado el tiempo suficiente para conocerlos (siempre referido a este proyecto, claro!), espera un tiempo de preparación y vuelve a intertalo. Actualmente ya te conoces más como opositor.
Ahora vamos a por las debilidades, reflexiona sobre las acciones que puedes hacer para disminuir esas debilidades.
Estudia de forma inteligente los riesgos que asumes y responde ¿estás dispuestos a asumirlos? Este paso es muy importante. Para realizarlo puedes repasar cual es tu objetivo y las razones por las que deseas alcanzarlo.
En este punto, te invito a reflexionar sobre tu proceder en el caso de suspender en la primera oposición que se convoque.
Por último te recomiendo que realices por escrito todo este ejercicio de reflexión; te servirá para revisarlo cuando tengas un día “gris”.