En mi discurso con allegados siempre digo que Freud está muy denostado pero que, si no hubiera sido por todo “el ruido” que hizo, la Psicología hoy no sería lo que es.
Y precisamente él fue el primero en describir como “pulsión de muerte” ese deseo humano de vivir aunque sea perjudicial para nosotros mismos. El escenario histórico que presenció Freud fue el de una Guerra Mundial. El hombre no busca “lo beneficioso” sino lo que le hace feliz.
Así se concluye también de lo que expuso Lacan, tras la II Guerra Mundial.
En nuestros tiempos sólo tenemos que mirar hacia el consumo excesivo de alimentos, alcohol o tabaco…
Nuestras ganas de vivir disputan el trono con “lo recomendable”. Por ello las recomendaciones para frenar los contagios están en lucha con el deseo de contacto social y el disfrute que nos reporta.
En el otro extremo están las personas que temen el contagio y sus consecuencias por encima de todo o que han obtenido un beneficio secundario de esta distancia social y que van a hacer todo lo posible por prorrogarlo. Por ejemplo, cuando su medio laboral es hostil (o el individuo así lo percibe). Relaciones tóxicas de las que se han visto liberados. Situaciones que el confinamiento les han ayudado a frenar o evitar y a las que no quieren volver.
Buena rentrée para todos los que alguna vez salieron!