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Riesgos con animales I. Medidas preventivas y seguridad


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Además de los servicios de caballería, en muchas jefaturas se cuenta con unidades caninas o servicios cinológicos, y en donde se instruye a los funcionarios además de para servir como guías y jinetes, en los riesgos que su propio compañero (caballo o perro), pueden entrañar. Los funcionarios están capacitados en los peligros potenciales y las técnicas seguras de manejo de su compañero de servicio. SEPRONA y algunos servicios también.

Estos servicios o unidades no son los únicos que tienen trato o relación con un animal. Todos en mayor o menor medida durante el servicio llevamos a cabo actuaciones donde el animal está presente.

No hace falta ser policía en un entorno rural, en ciudades contamos con patrullas verdes que tienen un trato más estrecho con esta fuente de riesgos, pero también, un patrullero ordinario, lleva a cabo servicios donde el animal está presente (control de perros, entrada en domicilios donde hay animales, inspecciones a granjas u otras industrias pecuarias, etc.). Tengamos en cuenta que sobre todo en las grandes áreas urbanas, en los últimos años, el incremento de la población animal ha sido considerable y hasta nos podemos encontrar animales exóticos en libertad (cotorras en Madrid, serpientes en los archipiélagos, visones americanos por el norte, etc.). Recuerdo que los exóticos degradan nuestra biodiversidad, estresan a la fauna local, pudiendo llevar a la extinción de especies autóctonas.

Abundando en ese crecimiento, hay ayuntamientos que han establecido colonias felinas donde, en no todas, el control sanitario y no hablemos del demográfico, es nulo; colonias donde cualquier persona que se canse de su gato, lo puede dejar y…

Llevo 30 años de servicio en policía, mi destino actual me hace tener contacto con la práctica totalidad de las intervenciones de mi cuerpo, servicio en donde constato que las intervenciones con animales se han multiplicado por cientos. Hace 30 años apenas teníamos. No tengo en cuenta aquellas que se registran por llamada a sala y que finalmente terminan anulándose o siendo negativas. Los más viejos en vuestro destino también lo estáis apreciando. A los escépticos les recomiendo que lean las memorias anuales de cada cuerpo.

El número de mascotas sí ha aumentado, pero lo que influye en mayor medida en nuestro servicio, es la falta de responsabilidad, de sentido común de sus amos. Los propietarios también son un riesgo para todos… Estamos ante un problema de seguridad y de convivencia donde los policías y guardias civiles nos vemos envueltos garantizando los derechos del animal, pero sobre todo de la persona.

Trabajar en contacto con animales nos expone a riesgos y accidentes que fácilmente podemos evitar o minimizar sus consecuencias. Tenemos que tener en cuenta ciertos aspectos que pueden influir en nuestra seguridad y salud. No hace muchos años, un compañero de A Coruña causó invalidez para el servicio resultado de que un caballo lo pateó; las lesiones que sufrió fueron graves. En febrero de este año, otro en Alcorcón fue atacado y mordido por un perro. En octubre de 2020, en Barbastro, un jabalí atacó a un guardia civil, y en abril de ese mismo año, en Peralta, otro cargó contra un coche de Policía Local, viéndose los compañeros obligados a abrir fuego sobre el animal.

No tenemos que remitirnos a medio o zonas rurales para contactar con fauna silvestre, en A Coruña, mi ciudad y cuerpo, los compañeros ya no es la primera vez que tienen que pastorear a jabalíes que incluso han llegado al centro de la capital. En otra ocasión, un zorro atravesó toda la ciudad a través de vías principales con alta densidad de circulación rodada y peatonal a plena luz del día. Coruña es pequeña pero no tanto, el raposo llegó hasta el ayuntamiento (en la península); la colonia más próxima documentada por aquella época, distaba a unos 7 kilómetros. Hoy se le vuelve a ver por el barrio residencial de Adormideras, aún más lejos, y salvo alguna ave que esté tonta o herida, la única comida que puede encontrar ahí es nuestra basura o la que dejan algunos ciudadanos. Ya podemos hablar de un «animal silvestre urbano». En muchas otras ciudades también habéis registrado actuaciones de este tipo. Los cambios en que usamos el suelo, la agricultura intensiva, el vacío del rural, influyen en esto. Los animales al igual que nosotros tienen que buscarse la vida.

En cuanto al Rey del monte, el lobo (Canis lupus), su inclusión en el Listado de Especies de Protección Especial, el LESPRE, y la prohibición de su caza, hace que el servicio se nos pueda complicar un poco más. Nosotros somos su único depredador y la naturaleza tiene su Ius. Esta especie se concentra en los territorios que estamos al norte del Duero, donde se encuentran el 95% de las 297 manadas de España (2.700 ejemplares). El noroeste gallego según estudio reciente publicado en la revista «Recursos Naturais» de la Universidad de Santiago de Compostela, se mantiene como la mayor población mundial con densidad de lobos. Esa «protección» puede favorecer una expansión desordenada y nos puede no solo llevar únicamente a riesgos para el humano, también para la biodiversidad. En los últimos tiempos se le ha visto donde nuestros abuelos ni lo conocían, lugares como es la Sierra de Madrid.

El lobo va a crecer comiendo desperdicios y lo que encuentre, al igual que lleva años pasando en la América del Norte donde han perdido el miedo e incluso asocian la presencia del humano con comida. Desde 1.974 en la península ibérica no se encuentra documentado ningún caso de ataque de lobos a personas, el último fue en ese año en la provincia de Ourense. Aunque sea un cánido huidizo, quizás el perro sea más agresivo, sobre todo el cimarrón – estos nos tienen tomada la medida y no se asustan con el hombre – uno no puede bajar la guardia con él. Los animales atacan por estrés, y el hambre se lo aumenta. El lobo es un animal gregario, vive en manada, pero hay que tener en cuenta que hay ejemplares que van a su aire.

Para terminar con esta especie y a pesar del miedo que solemos tener a este bicho por las leyendas que por ahí corren, el factor más importante que nos explica los ataques del lobo a personas, es la rabia (el lobo la padece, no es reservorio). En España el último brote autóctono data del año 1975 (un año después del ataque de Ourense), podemos decir que aquí está prácticamente erradicada, pero la globalización, el contrabando de animales exóticos bien puede hacer que vuelva aparecer.

En cuanto a los accidentes de circulación, la DGT en su memoria de 2019, último año con plena movilidad, informa que los siniestros viarios causados por animales en nuestras carreteras fueron 23.602. En estos siniestros se registraron 273 heridos y fallecieron 3 personas en las 24 horas siguientes a consecuencia de los mismos. Reporta este organismo que más del 80% de esos siniestros fueron ocasionados por corzos y jabalíes. En Galicia y concretamente en la AP-9 y en diferentes tramos, los jabalíes ya se están haciendo los amos, incluso actuando de día; revientan los cierres perimetrales excavando en su base y arrancando parte del tendido con sus colmillos para cruzar la vía.

Perros, caballos, jabalíes, no son los únicos animales con los que tenemos que bregar, la hemeroteca está llena de actuaciones con ofidios y aves. El otro día en A Coruña, compañeros rescataron una culebra de collar próxima a un área de juegos infantiles; en Vigo (Pontevedra) días después la Policía Local de esa ciudad capturó dos; y hace un mes en Totana (Murcia), Protección Civil retiró una serpiente de herradura del interior de una vivienda, se escondía debajo del mobiliario de la casa. La culebra de collar (natrix natrix), para el humano es prácticamente inofensiva, aunque es un poco chula y si se siente amenazada se levanta hinchando el cuello, a la vez que silba y golpea con su hocico fingiendo un ataque. Más que un riesgo físico lo que representa es una alarma social cuando se deja ver. La de collar y la viperina (la más común), habitan en toda la península.

En cuanto ataques del Oso Pardo (Ursus arctos), el pasado 30 de mayo, en Sonande-Cangas del Narcea (Principado de Asturias), una mujer resultó herida de gravedad tras ser atacada por un ejemplar. El úrsido al ver a la mujer, según informaciones en medios, se sorprendió, se asustó (son bastantes asustadizos), y le lanzó un zarpazo; la mujer al verlo también se alarmaría. Tenemos que entender esto como un encuentro casual y fortuito, no obstante, es el décimo ataque de osos en España en los últimos 30 años, registrándose dos en Pirineos y 8 en la Cordillera Cantábrica.

El Oso Pardo es el mamífero terrestre más grande que habita la península ibérica y fue declarado en 1973 como especie protegida; hasta ese año fue especie cinegética, y como inteligente que es, se cuidaba de encontrarnos. Es omnívoro y consume principalmente materia vegetal, también carroña, por lo que no tendría que preocuparnos ser fuente de su alimentación. Salvo en celo, son solitarios. Hace siglos ocupó toda la península, pero desde el XVIII, habita en los núcleos galaico-cantábrico y pirenaico.

En la Cordillera Cantábrica los osos pardos se encuentran en las comunidades de Asturias, Castilla y León (provincias de León y Palencia), Cantabria y en una pequeña parte de Galicia (Lugo); estimándose una población de 350 ejemplares. En Pirineos atlánticos, alrededor de unos 50 osos, habitan por el norte de Navarra y Huesca, en los orientales podemos encontrarlos por la Cerdanya, entre Lleida y Girona. En el 2019 las autoridades portuguesas informaron de la presencia de un pardo en un parque natural de ese país próximo a la frontera con Zamora, algunas provincias y muchos más municipios recorrió, procedía de la colonia cantábrica. El último oso de Portugal fue abatido hace 180 años. La España vacía favorece su expansión.

De momento los ataques en España, no son preocupantes, pero si obligan a formar e informar a los funcionarios de Policía y Guardia Civil de zonas implicadas; obligan a prevenir.

Los peligros que hoy tratamos no incluyen únicamente lesiones consecuencia de movimientos súbitos del animal y como son: aplastamientos, cornadas, coces, mordidas o rasguños, incluyen también las enfermedades zoonóticas. Los policías, como funcionarios de orden público, tenemos reconocidas como enfermedades profesionales, al igual que las causadas por un agente biológico, aquellas infecciosas y parasitarias transmitidas al hombre por los animales o por sus productos y cadáveres. Sí, contradictorio esto con cierto nivel de riesgo donde se nos colocó hace un año y medio…

Los riesgos que entraña la fauna, son numerosos, una Nota Preventiva como esta, no puede abarcarlos todos, necesitaríamos un manual con ilustraciones para una adecuada formación; yo no sé dibujar… Consecuencia de la cantidad de riesgos, esta NP, que es un resumen con el que intentamos informar y concienciar, la hemos dividido en dos partes, la primera dedicada a las medidas de seguridad, y la segunda a conocer las enfermedades zoonóticas y las principales en animales de compañía y algunas especies ganaderas.

MEDIDAS PREVENTIVAS (SEGURIDAD)

La actuación segura con un animal, comienza conociendo el comportamiento típico de cada especie, lo que es imposible para un funcionario de policía común. Necesitaríamos dos jornadas solo para conocer y explicar el comportamiento y riesgos que entraña la fauna de cada región, de cada comarca. A pesar de ello y de modo general, se pueden aprender técnicas seguras. Pero cuidado, al igual que una persona, cada animal es un mundo, uno no se puede confiar.

En cuanto a mamíferos silvestres peligrosos para las personas en España tenemos:

  • Osos.
  • Lobo ibérico.
  • Machos cérvidos.
  • Roedores.
  • Jabalí.
  • Mustélidos (turones, comadrejas, garduñas, etc.).

La mejor medida de seguridad con estas especies en caso de que nos encontremos con un ejemplar, además de mantenernos fríos, es dejarles campo libre, nada de cortarles el paso, tenemos que facilitarles que vuelvan por donde vinieron.

A los animales tenemos que darles seguridad, hay que evitarles el miedo.

Siempre que vayamos a actuar con animales, ya sea en vía o urbana como en una granja o domicilio, los movimientos que realizáremos tienen que ser lentos y deliberados, acercándonos siempre por delante de los mismos para evitar situarnos en puntos ciegos donde pudiéramos asustarlos y sufrir una mordida, zarpazo, aplastamiento, o coz. Procuraremos que nos vean para evitar las reacciones bruscas. Tengamos en cuenta que nuestra serenidad no disminuye únicamente el estrés de ellos, nos ayuda a nosotros para una rápida reacción.

Nuestros gestos y la forma de hablar han de ser calmados. Hay que ser firmes, y esto no quiere decir que seamos violentos. Un animal diferencia muy bien la agresión del castigo. Siendo firmes les informamos de que no vamos a tolerar determinadas actitudes. Tenemos que marcar una jerarquía y ganarnos su confianza. Si agredimos al animal, éste como es natural, se va a defender.

Ojo también y aun con distancia, cuando entramos en un establo o corral, no podemos hacerlo de forma brusca o en zona donde el animal no nos vea, tenemos que evitar por todos los medios que se muevan súbitamente. Nunca tampoco podemos entrar en esos espacios solos, tenemos que ir con nuestro compañero, que guardara una distancia de seguridad para auxiliarnos en caso de ataque o accidente.

Antes de entrar en un domicilio deberíamos preguntar si se tienen animales sueltos y en caso afirmativo requerir a la persona para que el animal esté debidamente sujeto o en estancia donde no pueda atacarnos. El que su amo nos asegure que el animal no es agresivo, no puede sernos suficiente; el que esto escribe no se lo cree.

Si el servicio en cuestión nos lo permite, evitemos la confrontación dialéctica y aspavientos con las personas intervenidas en presencia de animales, y sobre todo si es el suyo.

Nunca acorralemos o atormentemos a cualquier animal para capturarlo, ya que además de causarle un daño innecesario (estrés), lo más seguro es que su instinto de conservación lo lleve a revolverse contra nosotros. Si en el ayuntamiento en el que nos encontremos se cuenta con servicio de lacería que lo hagan ellos con sus dispositivos de captura.

El comportamiento de los animales puede ser impredecible, por lo que debemos de estar en constante alerta cuanto estemos ante ellos, examinando y buscándoles manifestaciones de indicios de agresividad y temor. Los indicios varían con el tipo de animal, cada especie tiene su lenguaje, pero pueden incluir pelos de punta, orejas hacia atrás, movimientos de la cola, o enseñarnos los dientes. Por mucho que los apreciemos, por mucho que los amemos, son irracionales, tiran hacia su instinto, todo animal representa un riesgo.

En cuanto al empleo del espray de defensa en caso de ataque, sí puede ayudarnos con cánidos y felinos, también el especial para plantígrados. Yo no emplearía, ni recomiendo, el uso del espray con astados y equinos, puede ser peor el remedio que la enfermedad. Ante estos, si no existe un riesgo para terceros, lo mejor es que busquemos un burladero donde refugiarnos y si están excitados dejar que se cansen hasta que llegue su responsable o un especialista.

Cuidado con animales enfermos, lesionados o que recientemente hayan tenido crías, suelen mostrar más agresividad.

En cuanto a la captura de aves heridas, los servicios suelen tardar y en ocasiones se encuentran en la calzada o zona de paso de peatones, por lo que tenemos que retirarlas antes de la llegada de los técnicos. Lo mejor para prevenir una lesión, es engañarlas con los dedos de la zurda llamando su atención y con la diestra inmovilizarle cabeza y pico, cubriendo sus ojos. Esta maniobra se tiene que hacer siempre con guantes de trabajo o los anticorte y es conveniente que se lleve a cabo por un único funcionario; con dos policías no la engañamos, y si es una gaviota, sobre todo las malas bestias resabiadas que habitan en Galicia, menos. A las aves hay que privarles siempre del sentido de la vista, es lo mejor para neutralizarlas, se relajan. Siempre tenemos que hacerlo en una distancia preventiva con los brazos estirados hasta donde podamos maniobrarlos, recordar que los córvidos van a nuestros ojos. Las rapaces tienen unos picos preparados para desgarrar la carne y también unas garras poderosas con las que nos pueden hacer bastante daño, así que cuidado en su captura y traslado. Lo mejor para un ave, como ya dije, es privarle del sentido de la vista y si la única manta que llevamos es la Sirius (esa no nos sirve), podemos echarle encima el tabardo del uniforme.

22/07/2019 Ave rapaz rescatada por la Policía Local de Valladolid.. La Policía Local de Valladolid ha rescatado a un ave rapaz que se encontraba herida en la calle Nuñez de Guzmán el Pinciano, en el barrio de Parquesol de la capital, según ha informado el cuerpo de seguridad a través de su perfil de Twitter. POLITICA CASTILLA Y LEÓN ESPAÑA EUROPA VALLADOLID POLICÍA DE VALLADOLID.

Si tuviéramos que colaborar o capturar a un animal atado, también manejarlo, y para la prevención de lesiones o golpes de latigazo en caso de que repentinamente se nos mueva, deberemos de mantener la espalda recta y las articulaciones relajadas. En caso de que el animal comenzara a sacudirse con violencia, y si es seguro realizarlo, soltaremos correa. Siempre y antes de acometer esta acción, visualizaremos una vía de escape o tendremos en cuenta el recurrir a medios más drásticos. Antes de actuar deberíamos de colocarnos los guantes anticorte o de trabajo; no previenen de lesiones, pero pueden minimizarlas (cortes, rozaduras o callos). Evitaremos, por norma general, la irritación y el enfado como respuesta ante esos comportamientos, solo favorecía el mantenimiento de esa conducta o la acrecería.

No debemos introducir nuestras manos en agujeros o huecos sin los guantes protectores ya que pueden ser guaridas o refugios de animales. Esta medida no trata solo de prevenir lesiones frente a un ataque, o resbalones innecesarios, también la protección frente a enfermedades.

Si tenemos que remover escombros o maleza, debemos emplear siempre la defensa o un palo largo que encontremos, las serpientes acostumbrar a esconderse en esos lugares; lagartos ocelados y ratas también. Insisto nuevamente en patrullar con botas y el pantalón dentro de ellas, sobre todo por zona rural, es fácil que nos encontremos una serpiente y ella ante el miedo a un pisotón nos pique. Pueden llegar por encima de la rodilla, pero por lo general van a la zona más próxima que encuentran para después evadirse; hay que ponérselo difícil.

En España tenemos 15 especies diferentes y cinco están catalogadas como venenosas (3 víboras y 2 culebras), once de ellas están amenazadas en mayor o menor grado por la persecución directa y por la alteración de su hábitat. Somos uno de los países europeos con mayor biodiversidad de ofidios.

Ante el ataque de una serpiente, si sufriéramos su mordedura, tenemos que dirigirnos a centro hospitalario, nada de chuparnos el veneno o aplicar un torniquete, no sirven para nada. No somos herpetólogos y algunas especies transforman su cabeza en forma triangular como mecanismo de defensa imitando a las víboras, lo que nos puede llevar a confiarnos o estresarnos según sea el caso. Toda herida de serpiente, en un principio, tenemos que considerarla como grave o muy grave. Es necesario contactar con 112 y dirigirnos a centro sanitario donde los médicos ya valoraran si es necesario suministrarnos suero antiofídico o antiveneno de serpiente. Con algunas especies puede esperarse hasta 24 horas para el suministro del medicamento, pero eso nosotros no lo sabemos, para ello están los especialistas en Medicina. Tener en cuenta la cantidad de personas que coleccionan ofidios exóticos y que se les pueden escapar; la hemeroteca está llena de actuaciones policiales por fugas de estos animales, ataques de ellos también.

Para los que deseéis aprender un poco más de las serpientes que habitan en España, para uso personal o educativo, podéis descargar gratuitamente de la red el poster elaborado por el Dr. José R. Castelló «OFIDIOS DE LA PENÍNSULA IBÉRICA».

En el servicio, con las debidas cautelas, y teniendo en cuenta que tenemos equipos para una rápida evacuación en el caso de mordedura de serpiente, el mayor riesgo que nos representan es al intentar escapar tener un tropiezo, una caída en altura, comernos una rama, atropello, etc.

Aunque soy de los que entienden que en todos nuestros vehículos se debería contar con un par de «Gallet» con gafas para emergencias (incendios, obras, derrumbes, mercancías peligrosas, etc.), fijo deberían de contar con ellos los servicios medioambientales; la recuperación de animales y las zonas de actuación entrañan más riesgos de los que nos pensamos. Actualmente hay cuerpos de Policía Local que cuentan con este EPI, curiosamente son los que tienen un Servicio de Prevención donde están adscritos funcionarios de policía que saben lo que nos encontramos; a las Comisiones de Compras y Jefaturas, les toca reflexionar…

En cuanto a osos, tema de actualidad estos días en nuestro país y para los compañeros que sirven en ayuntamientos y zonas donde este animal habita, vamos a desarrollar un poco la actuación preventiva ante úrsidos. Lo mejor para ellos y para nosotros es no encontrarnos. No es agresivo por naturaleza, pero es un animal y como tal, si se siente amenazado va a defenderse. La única vez que en libertad vi un ejemplar de estos, ya fue hace años, íbamos en grupo y lo detectamos a varios cientos de metros; aun pudiendo darnos alcance, él también nos descubrió y se quedó mirándonos – a pesar de esa distancia, nosotros quedamos petrificados- el oso siguió a lo suyo y pasó de nosotros. Por regla general, solo quieren irse; les gusta evitar pelea y son conocidos por adoptar una postura de prevengan fingiendo agresión.

En una patrulla por monte donde habitan, debemos mantenernos juntos haciendo ruido ya que lo que está claro para la ciencia, es que es un animal esquivo con el humano y apenas existen registros de ataque a grupo. En búsquedas de personas o capturas de sospechosos, con el ruido que hacemos y sobre todo con los perros, el oso ya se buscará la vida para alejarse del grupo. Los perros en estas zonas deben ir siempre atados a la correa, si se le acercan, puede entenderlos como una presa o como que le va a robar su alimento.

Tenemos que tener un especial cuidado en inspecciones en cuevas, son lugares donde suele pernoctar e hibernar. Hibernan cuando les falta la comida, entre octubre y mayo. Cuidado, no están dormidos, simplemente están en un estado de somnolencia y pueden reaccionar ante el ataque o amenaza de otro animal.

Hay que fijarse en sus señales, como huellas (por su tamaño son inconfundibles) o descortezas en árboles (mordiscos, zarpazos y roces). El pardo emplea lo último para comunicarse, orientarse y marcar su territorio; si podemos seguimos otra ruta. En caso de detectarlo a distancia, dejamos de hacer ruido y nos alejamos. El pardo es como nosotros, salvo buscando comida, se desplaza por caminos o senderos.

Si el animal se distrae, que es difícil -todo puede pasar- y nos encontramos con él, no debemos correr, puede entender que somos una presa fácil y con lo veloces que son, fijo que nos pilla. Tenemos que alejarnos hablándole en un tono de voz bajo y tranquilo y que escuche. No importa lo que digamos, podemos rezarle hasta un padrenuestro, lo que el necesita es tranquilad, y ver que somos humanos sin ninguna intención de agredirle. Lo importante es el tono empleado. Aumentamos nuestro tamaño de manera relajada (puntillas, alzamiento de brazos), y seguimos hablando los dos policías, a la vez que le dejamos una ruta de escape. Si la única vía para que él pase es por nuestro camino, le cedemos el paso, puede que sea nuestra única oportunidad.

En monte siempre debemos patrullar en oblicuo y con distancia, siguiendo siempre ambos miembros de la pareja, un papel de prevención-reacción. En caso de encuentro fortuito, mientras el más próximo lo engaña, el que haga el rol de reacción tiene que encañonarlo. Subir a un árbol no sirve para nada, el también sube y mejor que nosotros.

Una distancia menor a los dos metros y medio con este animal es una distancia de riesgo extremo.

Si el oso se nos acerca, nos desplazamos lateralmente ya que ellos tienen un mayor centro de gravedad y no pueden girar como nosotros. No podemos correr en dirección opuesta a él. Si podemos nos desplazamos en zigzag obligándole a cambiar de dirección. Si tenemos suerte y sigue su ruta, esperamos unos 15 o 20 minutos siempre mirando hacia donde se fue ya que puede girar y volver en caso de movimientos nuestros.

Si tuviéramos que emplear fuerza letal, tener en cuenta que con el calibre y tipo de munición que empleamos en arma corta no tenemos poder de parada hay que apuntar y disparar sobre su cuello y cabeza. El peso de un macho oscila entre 150 y 230 kg (la mayoría no pasan de los 200) y el de una hembra entre 80 y 150 (aunque la mayoría no llegan a los 130 kg). Un bicho estresado de estos, un impacto en zona no vital con nuestra munición, lo sentiría como una pedrada. Siempre, y teniendo en cuenta los avances en cuanto elementos de seguro del arma y funda, deberíamos ir con un cartucho en la recámara. Se calcula que un pardo puede tener una fuerza del doble de sus kilos y estresado imaginaros. Aunque su dieta es principalmente vegetal y a base de insectos o miel, su mordida es de 1250 Libras de fuerza por pulgada cuadrada (566.9900 Kilogramos). Si nos coge y no podemos reaccionar, nos defendemos con patadas, puñetazos y lo que sea, tenemos que luchar con lo que podamos y si hay suerte a lo mejor nos deja vivir.

En los Estados Unidos, agentes forestales y departamentos del Sheriff, a mayores de con los medios letales con los que cuentan, emplean gas para defenderse de un ataque. El gas que se comercializa especial para repeler una agresión de esta especie, no deja de ser igual que el que empleamos de servicio, pero la botella tiene mayor capacidad, difusión y alcance, pudiendo llegar a los cinco metros. Como plantígrado, una vez que empieza picarle la cara, se va echar las manos para curarse. Atentos con la dirección del viento, si el gas viene a nosotros y nos ponemos a gritar y a bailar, fijo que nos ataca. El empleado habitualmente por nosotros lo cabrearía.

Existen otros animales claves en nuestro ecosistema y de los que no hay espacio para hablar (podrán ser de un desarrollo posterior), como son: el lagarto ocelado (salvo en la Cornisa Cantábrica habita en toda la península), arácnidos (tres peligrosas) e insectos. Hoy contamos con la red y si tenéis ganas de aprender os recomiendo la lectura de algunos de los artículos y tratados existentes sobre estas especies en nuestro país.

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AUTOR:

ALEJANDRO LÓPEZ CALVIÑO

POLICÍA LOCAL

Técnico Superior (tres especialidades) y perito judicial en PRL.

Experto en Seguridad Vial. Investigador de Incendios y Explosiones.

3 comentarios de “Riesgos con animales I. Medidas preventivas y seguridad

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