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Actuación y prevención del golpe de calor en la policía

En agosto de 2019, dos policías locales de la capital valenciana, según informaron medios, sufrieron un golpe de calor al patrullar con una temperatura superior a los 40 grados y sin agua. Consecuencia de eso tuvieron que coger una ILT. Uno de ellos ingreso en servicio de urgencias durante horas y donde fue necesario suminístrale sueros por vía intravenosa para su recuperación.

Una de las consecuencias del cambio climático que soporta nuestro planeta son frecuentes olas de calor. Dentro del servicio policial, no podemos evitar este riesgo, pero podemos tomar una serie de medidas preventivas para evitar que el mismo se convierta en un peligro para nosotros. Recordemos que son riesgos del servicio policial los fenómenos meteorológicos adversos donde se incluye el calor extremo u olas de calor.

El no tomar medidas que desciendan nuestro calor corporal y reestablezcan el equilibrio, nos puede llevar a sufrir una insolación o golpe de calor que pudieran llevarnos a una deshidratación por la pérdida de sales minerales y líquidos, pudiendo incluso llegar a consecuencias más graves en nuestro organismo (cerebro, corazón, riñones y sistema musculatorio).

El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o de esfuerzo físico en condiciones de altas temperaturas. Es la forma más grave de lesión por calor y puede ocurrir si la temperatura de nuestro cuerpo alcanza los 40 grados centígrados o más.

Los golpes de calor pueden ser resultado de:

  • Insolación sin realizar esfuerzo. Se produce cuando permanecemos en un ambiente caluroso que da lugar a un aumento de nuestra temperatura corporal central. Esta reacción sucede tras haber estado expuestos a un clima húmedo y caluroso por tiempo prolongado. Afecta con mayor frecuencia en ancianos y personas con enfermedad crónicas (cardiorrespiratorias, diabetes, hipertensión arterial, obesidad). También en aquellas personas que se encuentren a tratamiento con tranquilizantes, antidepresivos, psicótropos o diuréticos…
  • Práctica de una actividad extenuante. Esta insolación por esfuerzo sucede por el aumento en la temperatura corporal central que provoca realizar una actividad física intensa en un clima caluroso. Cualquiera puede sufrirla pero es más frecuente si uno no se encuentra acostumbrado a las altas temperaturas.

En el servicio policial, como podéis entender puede sobrevenirnos cualquiera de ellas.

FACTORES DE RIESGO

Dentro de los factores de riesgo, tenemos que considerar:

  • Edad.
  • Esfuerzos en ambientes o climas calurosos.
  • Exposición repentina al clima caluroso.
  • Ausencia de aire acondicionado
  • Ingesta de determinados medicamentos.
  • Determinadas enfermedades.

MEDIDAS PREVENTIVAS

MEDIDAS PREVENTIVAS EN GENERAL

  • Beber abundante agua y zumos de fruta.
  • No tomar bebidas alcohólicas.
  • Evitar comidas muy calientes y aquellas que puedan aportarnos abundantes calorías.
  • Si tomamos medicamentos o tenemos una enfermedad que aumenta el riesgo de padecer problemas relacionados con el corazón, tenemos que evitar el calor y actúa rápidamente si observas síntomas de exceso de calor. Debemos de informar al Servicio de Prevención.
  • Refrescarnos con frecuencia.

MEDIDAS PREVENTIVAS PARA DEPENDENCIAS

  • Cerrar persianas y estores durante el día en las dependencias que se encuentren orientadas al sol, abriéndolas cuando baje la temperatura para aprovechar las corrientes de aire.
  • Abrir las ventanas durante el servicio nocturno y dejar un poco abiertas la de los despachos que no se estén empleando durante el mismo.
  • Instalación de fuentes.
  • Emplear aire acondicionado.
  • El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, en cumplimiento del Real Decreto 485/1997, que regula las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, señala una temperatura de entre 17 y 27 º C para trabajos realizados en oficina, y de entre 14 y 25 º C, en locales en los que se lleven a cabo trabajos ligeros. Fija para el verano una temperatura de entre 23 y 27 grados. El Reglamento de Instalaciones Térmicas de Edificios, introduce limitaciones en las temperaturas que debemos utilizar en los edificios de uso no residencial, como son nuestros acuartelamientos, fijando que la temperatura deberá de estar entre 23 y 25 grados, por lo que nos quedaremos con estas últimas y por ser ley posterior.
  • La humedad tiene que estar comprendida entre el 30 y el 70% excepto en dependencias donde pueda existir un riesgo por electricidad estática en donde el límite inferior será del 50%

MEDIDAS PREVENTIVAS DE PATRULLA

  • Tenemos que evitar el sol directo, procurando, si prestamos servicio a pie, patrullar por la sombra.
  • Emplear siempre la prenda de cabeza y que la uniformidad no se ajuste a nuestro cuerpo.
  • No patrullar en motocicleta y quads, cuando la temperatura supere los 35 grados. En bicicleta los 25.
  • Emplear el climatizador o el aire acondicionado del patrulla.
  • Debemos de llevar siempre agua en nuestro patrulla e hidratarnos con frecuencia, esto ayuda a nuestro cuerpo a sudar y mantener la temperatura normal.
  • En servicios de playa reconocer la afección del calor y si no disponemos de puesto, aprovechar los del personal de salvamento y socorrismo. 10 minutos a la sombra cada 60, es una buena prevención, teniéndose en cuenta que en esos puestos siempre estamos a pie de cañón y no desatendemos al ciudadano.

ACTUACIÓN ANTE UN GOLPE DE CALOR

Algunos de los signos y síntomas de un golpe de calor son:

  • Temperatura corporal elevada.
  • Sed intensa
  • Alteración del estado mental o del comportamiento. Los golpes de calor pueden provocarnos confusión, agitación, problemas de dicción, irritabilidad, delirio, convulsiones e incluso un coma.
  • Alteración en la sudoración. En el golpe de calor provocado por el clima caluroso sin realizar esfuerzo, la piel la sentiremos caliente y seca al tacto. Cuando es producido por ejercicio extenuante, la piel podemos sentirla seca o ligeramente húmeda.
  • Náuseas y vómitos.
  • Piel enrojecida a medida que aumenta la temperatura corporal.
  • Respiración acelerada. La respiración puede volverse rápida y poco profunda.
  • Nuestra frecuencia cardíaca puede aumentar considerablemente debido a que el estrés por calor impone una enorme carga en el corazón para ayudar a enfriar el cuerpo.
  • Dolor de cabeza.
  • Convulsiones.

Si sufrimos o reconocemos en nuestro compañero alguno de los síntomas citados, tenemos que considerar que nos encontramos ante un golpe de calor o insolación. Lo mejor siempre es acudir a un servicio de urgencias y si prestamos servicio de playa, requerir la asistencia del puesto de socorro y salvamento. Ante la imposibilidad de requerir el auxilio de estos servicios debemos de:

  • Requerir los servicios de un servicio de urgencia.
  • Llevar al compañero de patrulla a un lugar con sombra y lo más fresco que encontremos.
  • Colocar al afectado en posición semisentado, con la cabeza levantada, y para que esto favorezca la respiración entrando aire.
  • Tenemos que procurar que reduzca la temperatura corporal, sacándole alguna parte del uniforme, airearlo (ya sea con algo que podamos utilizar como un abanico, o emplear un ventilador). Si contamos con medios, debemos emplear compresas frías y colocarlas en nuca, frente, cuello y otras partes de su cuerpo.
  • Darle a beber agua fresca para rehidratarlo y bajar su temperatura, pero siempre haciéndolo con pequeños sorbos y no de golpe para no empeorar su estado.
  • En caso de no recuperarse o sufrir una pérdida de conocimiento, tenemos que tumbarlo con las piernas flexionadas.

Como vimos en un principio, siempre tenemos que requerir los servicios de urgencia, aunque exista mejoría; esto para una revisión y el seguimiento posterior prescrito por el facultativo que lo atienda. Tener en cuenta que el seguimiento puede ser de días, o incluso semanas. La mayoría no somos ni médicos, ni enfermeros; la mayoría somos socorristas, y eso solo nos faculta para administrar los primeros auxilios.

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AUTOR:

ALEJANDRO LÓPEZ CALVIÑO
Policía Local

Técnico Superior (tres especialidades) y perito judicial en PRL.

Experto en Seguridad Vial. Investigador de Incendios y Explosiones.

Un comentario de “Actuación y prevención del golpe de calor en la policía

  1. Jose dice:

    Buenas tardes. Soy motorista de Policia Local y en PRL no existe ninguna legislación al respecto sobre lugares de trabajo al aire libre y/o que trabajen con motocicletas por lo que es difícil establecer recomendaciones sobre una legislación que no existe o yo por lo menos no conozco. ¿Cual es la temperatura máxima y mínima a partir de la cual el trabajo en motocicleta puede causar problemas de salud? ¿Como se puede justificar en virtud de PRL?

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